Legislador dijo que los 21 cristianos martirizados en Libia nunca deben ser olvidados
Lord Alton de Liverpool ha dicho que el martirio de 21 cristianos a manos de ISIS “demanda una mejor repuesta” de parte del mundo a la actual persecución y genocidio de minorías religiosas.
Veinte de los hombres ejecutados en la playa el 15 de febrero del 2015 eran cristianos coptos de Egipto. El otro mártir era Matthew Ayariga, un cristiano de Ghana. Ellos fueron decapitados por militantes del Estado Islámico después de rehusarse a renunciar a su fe.
Lord Alton dijo que su fe y el sacrificio nunca deben ser olvidados.
“Ciertamente debemos tratar de perdonar, pero no de olvidar”, dijo él. “Perdonar y recordar es muy diferente del llamado a la venganza que hacen los yihadistas y su promoción de una ideología basada en el odio a la diferencia”.
El legislador independiente dijo que el amor fue el “antídoto para el odio representado por aquellos quienes disfrazarían su identidad en mascaras negras y después en una playa de Libia, a sangre fría, ejecutarían a un grupo de hombres trabajando en el exterior para mantener a sus seres queridos en Egipto”.
También fue el antídoto, dijo él, a las acciones de el bombardero suicida de Liverpool quien intentó cometer otra atrocidad el año pasado en el Dia del Recuerdo “en nombre de una ideología torcida basada en un punto de vista de religión cual no tiene el más mínimo respeto al mandato contra derramar sangre inocente y basado en el odio en vez del amor”.
Lord Alton dijo que, aunque el perdón es importante, aquellos responsables por hacer el mal deberían ser traídos a la justicia y debe hacérseles responsables.
Él le hizo un llamado a los gobiernos e individuos para pararse en “humanidad común” con las minorías religiosas perseguidas, incluyendo a los cristianos, uigures y rohingya.
Él hizo un tributo especial al “extraordinario acto de amor y solidaridad” mostrado por Matthew Ayariga al escoger morir junto con sus hermanos egipcios, a lo cual dijo él “significa una reprensión para todos nosotros quienes seguimos en silencio de cara a la persecución de 250 millones de cristianos a nivel mundial”.
“Su acto de solidaridad extraordinaria avergüenza a muchos de nosotros cuando consideramos nuestra respuesta tibia – comúnmente con base en conveniencia política, consideraciones institucionales, o comercio y negocios – a la persecución la cual es experimentada por grupos religiosos y étnicos en todo el mundo – discriminación que se torna en persecución; después persecución que se torna en crímenes contra la humanidad; y después ultimadamente en el crimen mayor que todos los crímenes, genocidio”, dijo él.
Él añadió “la valentía heroica de cara al mal demanda una mejor respuesta de parte de todos nosotros – incluso si es solo una pálida imitación del notable hecho de solidaridad de Matthew Ayariga en esa mortífera playa en Libia en el 2015”.
“Cuando Matthew Atariga se paró firme con sus hermanos coptos, él también lo hizo en una demostración poco común, atípica de humanidad. ¿Estamos dispuestos a hacer lo mismo?”