Chile : Líderes religiosos piden que la nueva Constitución garantice la libertad religiosa


Miembros de las distintas confesiones religiosas presentan consideraciones y propuestas a la Convención Constitucional y a sus integrantes.

Este lunes la Convención Constitucional ha iniciado el proceso de elaboración de los contenidos de la futura Constitución a través del trabajo de 8 comisiones temáticas.

En la antigua sede del Congreso Nacional, actualmente sede de la Convención Constitucional, ayer martes fue entregado un documento de 7 páginas titulado “Consideraciones y propuestas de contenido sobre Libertad Religiosa en la nueva Constitución”, 11 líderes de 10 confesiones religiosas mayoritarias en Chile piden a quienes integran la Convención Constitucional que el texto de la nueva Constitución. El Vicepresidente Adjunto de la Convención, Rodrigo Álvarez, recibió en nombre de la mesa a los representantes de las confesiones religiosas. Al entregar el escrito también solicitaron fuera entregado a todos los y las integrantes de la Convención.

Consideran la fe religiosa “como un factor determinante de la vida de las personas y las comunidades, que es coadyuvante a la misión propia del Estado de promover el bienestar material y espiritual de los ciudadanos y ciudadanas sin distinción alguna”.

En su parte final el documento expresa que “estimamos que en la nueva Constitución debe quedar garantizada ampliamente la libertad religiosa de todas las personas, sin distinción alguna y también de las confesiones religiosas” destacando a continuación que “hay materias en que tanto las confesiones religiosas como el Estado tienen derecho a intervenir desde sus respectivas competencias y finalidades, como son la educación, el vínculo matrimonial, la comunicación social, la asistencia a los necesitados y las personas en situaciones especiales, (enfermos, privados de libertad, inmigrantes, etc.)”.

La presentación está firmada por varios representantes evangélicosHéctor Francisco Zavala, Primado de la Iglesia Anglicana; los obispos Emiliano Soto, Presidente de la Mesa Ampliada Unión Evangélica Nacional de Chile; Roberto López Rojas, del Comité Ejecutivo de la Plataforma Evangélica Nacional.

Junto con ellos, firman los arzobispos Fernando Chomalí, presidente en ejercicio de la Conferencia Episcopal de Chile; Sergio Abad, Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa;; y Francisco Javier Rivera, Coordinador del Comité Jurídico de la Mesa Ampliada. También la firman Fuad Musa, Presidente del Directorio Comunidad Musulmana de Chile; Ricardo Spencer Veas, por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; Eduardo Waingortin, Rabino Representante de Comunidad Judía de Chile; Muhammad Said Rumié, Centro Islámico de Chile, Mezquita As Salam; e Italo Jarol Opazo Muñoz, Abogado General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Separación y colaboración de confesiones y el Estado

En la presentación, los líderes reconocen el valor de la distinción entre el Estado y las confesiones religiosas y aluden a los tratados internacionales suscritos por el país, en los que se recogen experiencias de otras culturas. “Todos comprendemos que pocas cosas son más fundamentales, más importantes, para los seres humanos que sus creencias religiosas o morales personales”, expresa el documento. Agrega que “por ello, creemos que los redactores de la nueva Constitución deben considerar todos los conocimientos y sabiduría adquiridos en el pasado con respecto a la libertad religiosa, de conciencia y creencias”.

Abundan en el análisis de la “distinción sin separación, una unión sin confusión” entre el Estado y las confesiones, para señalar que “corresponde al Estado la promoción del bien común y favorecer la conducta ética o moral de las personas, en la vida social, política y económica, en las cuales tienen gran relevancia las convicciones éticas y morales de cada persona, en las cuales influyen muy favorablemente sus convicciones religiosas”.

Complementan lo anterior señalando que “el progreso social requiere, además de medios materiales, otros muchos bienes de carácter ético y espiritual: la paz, el orden, la justicia, la libertad, la seguridad, etc. Estos bienes sólo pueden alcanzarse mediante el ejercicio de las virtudes sociales, que el Estado debe promover y tutelar”.

Más adelante, la presentación de las confesiones religiosas expresa que “tanto las confesiones religiosas como la actividad política (…) aunque por un título distinto, están siempre al servicio del hombre, y este servicio se realiza con tanta mayor eficacia, para bien de todos, cuanto efectiva y expedita sea la cooperación entre ellas”.

Luego, se refieren en particular al matrimonio, la educación y las iniciativas sociales como ámbitos en los cuales “es especialmente necesaria la cooperación y la colaboración, de modo que cada uno pueda cumplir su misión sin impedimento por parte del otro”.


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